
Ay veces en las que uno siente que Dios no escucha y por más alto que se le hable en el silencio de una oración en catedral… no funciona, ni prometiéndole flores y una próxima visita. Cristo yo sé que actúas a conveniencia de todos, pero sería bueno que nos dejaras disfrutar de los efímeros errores que sin duda nos dañaran.
Ayer, me enfrente a una serie de eventos sumamente raros,
Dios ¿intentas decirme algo? Yo utilizare paréntesis para dirigirme a las personas, podrías hacer algo semejante, te entendería mejor...creo.
Empezando por el que me haya despertado el
ejercito, es literal, decenas de guachos recorriendo mi calle (me levante desorientada y olvide el día que vivía por su culpa). Después anduve de roba estacionamientos (sorry
Estef, como iba yo a saber que eras tu) y cortaron mi cabello (
Luis, nadie como tu). Mi
papá vendió la troca con la que llevaba 14 años, y el pick up con el que llevaba 6 (no es tan malo perderle el amor y optar 2X1, sonríe papá! Ya no vas a parecer foto en el mismo carro además tu troca perrona y nueva es muy buena compra!)
Que
Leo de un tiempo para acá por razones desconocidas me mande por un tubo no es novedad así que cualquier cosa que
Jehová intente decir no es tan alarmante (la foto que me tomo
Osiris en sus delirios de Salvador
Dalí robando almas, optimistamente creí se llamaría “ángel dormido”, pero sufrió una seria de evoluciones para que fuera “ángel dormido que babea”, después pensando en ti “dile que la vi jetona sobre el libro de histología” para terminar en “
minerba jetona” a ti te gusta esa palabra, a mi me gustan tus ovaciones).
Dalí no fue el único español del día,
carne trémula estuvo bastante bien, aprendimos nuevas frases, didacticamente y para que no se olvidará titule al post con una de ellas :s pensándolo bien dejaré tanta maja-deria en paz, será mejor escribir que cene pizza, que después de meses vi a
Reyna (TQM amiga, aunque te vayas al nido) y me despedí de
Ricardo "something stupid" (has notado que besas mi cabello y no a mi, cariño suerte con tu vida).
Para terminar, personas diferentes a mi durmieron en mi cama (verdad que mi cobijita de caballos es la mata, la extrañe) y mientras yo en el piso solo pude pensar en contarle a Juan Carlos (Nazi gracias, haber que día olvidamos tu y yo, con técnicas relativamente inteligentes e inverosímiles, que involucren el vernos) lo sucedido.